Las inmensas colas para conseguir una firma ansiada, las salas de conferencias abarrotadas con los autores que desatan pasiones… Son las imágenes que ya se han convertido en símbolo del Celsius 232, que se repiten en la ineludible cita año tras año. Sin embargo, el evento va un paso más allá de la literatura, ofreciendo un espacio a disciplinas que comparten la narrativa como columna vertebral. Es casi imposible hacer una crónica completa del festival abarcando a todos los autores y gente del mundillo literario que se dieron cita este año (especialmente si no se posee el don de la ubicuidad para estar en varias charlas a la vez), así que nosotros hemos decidido hacer un repaso a esa otra cara paralela. Menos multitudinaria quizás, pero sin duda igual de apasionante y entregada.
Y es que el perfil de entusiasta del género fantástico, qué duda cabe, suele interesarse también por otras aficiones de las denominadas “subculturales”. Los videojuegos y los juegos de rol comparten con la literatura ese mismo anhelo por expandir fronteras, por otorgar alas a la imaginación desde la interacción directa con la historia que se propone. En el caso del rol, la narrativa es la savia que anima las partidas, siempre presente sea cual sea el número de dados que lancemos o el universo en el que configuremos a nuestro alter ego aventurero. A pesar de llevar con nosotros desde la década de los 70, al menos desde un punto de vista comercial (no olvidemos que el germen del juego de rol está en nuestra infancia, en esos micromundos que creamos como parte de nuestro autodescubrimiento), sigue siendo una afición en gran medida desconocida. La barrera de entrada a menudo parece insalvable o genera rechazo: esos manuales enormes plagados de tablas, esos dados extravagantes… Para romper recelos, nada como tirarse a la piscina. Desde el mismo comienzo del festival, el miércoles 21 de julio, hasta el final del mismo, y con la plaza de Avilés como escenario, los asistentes pudieron disfrutar de partidas de iniciación o demostración de diversos juegos. Hay que agradecer especialmente a editoriales especializadas como Nosolorol o HT Games, que cedieron algunas de sus novedades, y a la tienda de Oviedo Hangar Rebelde, que se encargó de informar a todo el que pasaba por su stand y coordinar muchas de las partidas.
Fue un placer ver “en acción” a Óscar Recio, que se encargó del taller de juegos de mesa en familia (el miércoles, casi inaugurando el festival) y de dirigir una partida de Pequeños detectives de monstruos, orientado al público infantil. Para quienes no lo conozcan, Óscar es muy activo en redes sociales compartiendo su visión del rol como elemento pedagógico, y en general de la docencia a través de la narrativa y el fomento de la imaginación. Merece la pena seguirle en Twitter y aprender un poquito cada día.
Además de disfrutar y vivir el rol de manera directa, las charlas y presentaciones también tuvieron su momento. Jorge Etchegoyen, de Hangar Rebelde, y Ángel Luis Sucasas (organizador este último del apartado de videojuegos, del que hablaremos un poco más adelante) nos hablaron de cómo ha sido el tránsito del papel al digital para el mundo del rol. Al igual que ha sucedido con los ebooks en literatura, ambos formatos siguen existiendo, pero sin duda el hecho de que muchos manuales se editen en formato digital ha abierto el camino para que el rol llegue a muchas más personas. Además de reducir los costes (el precio de los manuales tradicionalmente ha presentado a esta afición como un divertimento “caro”), también facilita la vida a los directores de juego durante las partidas. Y es que, en la era de las tablets y los móviles, para muchos es un alivio poder consultar un .pdf y buscar rápidamente en él en vez de pasar páginas y páginas a la caza y captura de una regla escondida. Es encomiable en este sentido la labor de Nosolorol, que además de tener casi todo su catálogo en .pdf regala una edición en dicho formato con la compra de un manual físico. Por supuesto, hay gustos para todo. Muchos de los “viejos narradores” no terminan de sentirse cómodos con los manuales digitales.
Precisamente de “perros viejos” trató otra charla en la que se habló de los 40 años de evolución del rol, con la presencia de Jorge Etchegoyen de nuevo y Jorge Coto, de HT Games. Cada uno escogió un juego favorito (o juegos; en ocasiones no se pudieron resistir a mencionar varios) para cada una de las décadas de las que hablaron, y no sólo comentaron por qué habían sido importantes en sus vidas, sino que además supieron enlazar sabiamente con el contexto y las sucesivas tendencias por las que ha pasado el rol hasta la fecha. Una charla educativa, y una verdadera gozada escuchar a dos expertos hablar de su afición desde el cariño y el respeto.
Dos fueron los juegos de rol presentados durante el evento: Blacksad, editado por Nosolorol, que además contó con el guionista del cómic Juan Díaz Canales como invitado de lujo, y Hora de Aventuras, de la misma editorial (que es, por cierto, un producto patrio). También se mostró otra novedad, esta por parte de HT Games: Frostgrave, un sencillo y dinámico wargame pensado para los roleros que se plantean dar el salto a esta otra afición.
El veterano apartado dedicado a videojuegos en el Celsius tiene nombre propio, Letras y Bits. Le viene como anillo al dedo a su coordinador, Ángel Luis Sucasas: además de autor de obras como la antología de relatos La tercera cara de la luna o la novela Hamelín, es también guionista del juego A Place for the Unwilling (Alpixel Games) y escribe sobre videojuegos en El País. Así que su doble faceta como novelista y experto en la materia queda bien representada.
Letras y Bits tuvo su reinado durante la tarde del jueves y no dudó en comenzar con un recorrido histórico. Se recordó la figura de Paco Menéndez (avilesino, para más señas) y su obra La abadía del crimen (1987), uno de los juegos de ordenador creados en nuestro país más emblemáticos. La relación con la literatura es más que patente, al ser una adaptación de El nombre de la rosa. Además, este mismo año se ha desarrollado un remake, La abadía del crimen extensum, que se puede jugar gratuitamente aquí. La charla fue conducida por Juan Manuel Moreno, de la web Nivel Oculto y contó con la presencia de Manuel Pazos, uno de los responsables del remake.
En la misma tarde se dio paso a ‘Escribiendo videojuegos: el desafío del autor’. Además del propio Sucasas, otros dos guionistas y diseñadores de videojuegos, Francisco Miguel Espinosa (Bytecore Games) y Carlos López Hernando (Risin’ Goat) contaron su experiencia en el mundillo. Escribir para un videojuego no es siempre un camino de rosas. O más bien nunca lo es, nos explicaron. Además de las limitaciones que imponen las mecánicas de juego o los motores utilizados para el desarrollo, hay que saber dirigir la historia a un público que, en función del género, puede ver el exceso de texto como un impedimento para la diversión. Fue muy ilustrativo comparar ejemplos como A Place for the Unwilling, cuyo peso narrativo es inmenso y que exige una aproximación más reflexiva, con Helion: Void Wars, al que da vida Espinosa: un shoot’em’up que debe saber combinar la solidez del universo con el dinamismo y la acción constante. El punto de auténtica originalidad lo puso Hernando al explicar cómo su estudio se había embarcado en la creación de un idioma propio para su juego A Rite from the Stars.
Presente y pasado volvieron a darse la mano con las dos charlas que vinieron a continuación. El encuentro con Piotr Iwanicki, uno de los creadores del innovador first person shooter SUPERHOT (un juego en el que el tiempo sólo se mueve cuando el jugador lo hace), también conducido por Sucasas, quien no dudó en confesarse admirador ferviente; y la presentación del libro De Microhobby a Youtube: prensa de videojuegos en España, escrito por el redactor de Hobby Consolas David Martínez. Un nuevo repaso por la historia en el que quedó claro que la larga sombra de Youtube se extiende también al ámbito del videojuego, y especialmente al mundo de la crítica periodística, difuminando a pasos agigantados las fronteras entre profesionales, herramientas y lenguaje.
Un tanto apartada quedó, finalmente, la mini-sección dedicada a la realidad virtual, que tuvo lugar el sábado y se centró en un primer acercamiento a las Samsung Gear VR. No sería de extrañar, no obstante, dado el auge actual de este formato, que comenzara a tener mayor presencia en futuras ediciones. Aunque siempre parecen quedar temas en el tintero, lo cierto es que nuestra experiencia con este “rostro paralelo” del Celsius 232 ha sido bastante satisfactoria. Todos los invitados y ponentes se movieron como peces en el agua y ninguna de las charlas pareció descolgada del contexto general. La narrativa, la creatividad, la imaginación siempre estuvieron como telón de fondo. Por pedir, si alguien nos escucha desde aquí, ¿quién sabe?, quizás en futuras ediciones podríamos ver premios similares a los Kelvin 505 dedicados al rol y el videojuego. Habría mucho donde elegir, desde luego.